Hoy vivimos en un mundo globalizado y las cadenas de suministro son cada vez más largas; no es raro que un producto se fabrique en China y se venda en los Países Bajos.

Esto ha permitido que el comercio mundial avance, pero también lo ha hecho más vulnerable a una sacudida en un país. Este hecho puede apreciarse en algunos acontecimientos que han tenido lugar y que han afectado a la evolución del comercio mundial. Uno de ellos fue cuando un carguero encalló en el Canal de Suez, que, según la BBC, representa el 12% del comercio mundial y su bloqueo afectó a los países occidentales. Por otro lado, la pandemia, que ha golpeado duramente a muchas empresas del sector.

La pandemia ha afectado fuertemente al sector, causando desequilibrios en toda la cadena comercial. Por un lado, muchas fábricas de producción cerraron temporalmente, así como muchas tiendas físicas. Esto provocó un cambio en el modelo de compra, con especial importancia de las compras en línea. Esto repercutió en los precios, por ejemplo, el precio medio de un contenedor alcanzó un máximo de 11.109 dólares el 10 de septiembre, mientras que en enero de 2020 el precio era de 1.500 dólares (fuente: https://fbx.freightos.com/), y el precio del barril de crudo Brent también está subiendo. Estas subidas están perturbando el sector, lo que repercute en el consumidor final.

El sector logístico, como eslabón importante de toda la cadena de suministro, debe conocer los distintos escenarios para estar preparado ante situaciones adversas. Esto se conseguirá mediante la recopilación y el análisis de datos como los plazos de fabricación, el punto de recogida y el lugar de entrega de las mercancías, entre otros. A esto se suman otros datos que pueden ser esenciales para el sector, como los precios del petróleo, las condiciones meteorológicas o los datos cartográficos.

La gestión de estos datos nos permite obtener información valiosa para el sector, como la previsión del precio del petróleo, la ruta más rápida para cada trayecto en función del tráfico y las condiciones meteorológicas, la cantidad de gasolina necesaria para cada trayecto y la ubicación de la mercancía en cada momento. Con estos datos podemos optimizar el proceso, reducir los costes de transporte y gestionar mejor los plazos.

Un sector logístico altamente digitalizado, junto con un enfoque de gestión basado en los datos, repercutirá en el resto de la cadena. También aporta visibilidad y transparencia a todo el proceso de suministro.

En resumen, un sector logístico y de transporte eficaz y eficiente es la base del comercio. Se ha convertido en el nexo de la cadena de valor y, gracias a la gestión de datos, ahora desempeña un papel fundamental en el desarrollo económico de un país.