Tras años desde la aparición de los Large Language Models (LLM), por fin se ha desencadenado una profunda transformación en el ámbito de los servicios de consultoría, que promete redefinir su forma de la misma manera en que los consultores abordan sus complejas tareas. La repercusión de la IA en los servicios de consultoría es similar a la de los teléfonos inteligentes, que revolucionaron la comunicación aportando un nuevo nivel de eficiencia y capacidad a un campo ya establecido. El informe de Harvard publicado recientemente (22 de septiembre de 2023), realizado en colaboración con Boston Consulting Group, ofrece valiosas perspectivas sobre la dinámica entre los consultores y la IA GPT-4 en un amplio espectro de tareas. Las conclusiones no sólo revelan el inmenso potencial de la IA en la consultoría, sino que también esbozan sus limitaciones actuales. Explorémoslas.

AI in Consultancy Services

Los puntos fuertes de la IA en los servicios de consultoría

Dentro de la actual frontera tecnológica, la IA emerge como un fuerte aliado de los consultores, así que, ¿para qué sirve el chatGPT? Si tuviéramos que expresarlo en un par de palabras, el estudio muestra que la IA está ayudando a aumentar la productividad, la capacidad y a reducir la brecha de rendimiento entre los consultores. Realizaron un 12,2% más de tareas y las ejecutaron con un asombroso aumento del 25,1% en velocidad. En particular, los que inicialmente rendían por debajo del umbral medio experimentaron una impresionante mejora del 43%, lo que demuestra el potencial transformador de la IA para nivelar las discrepancias de rendimiento.

Limitaciones de la IA en los servicios de consultoría

Es importante reconocer los límites de las capacidades de la IA y los riesgos actuales de confiar únicamente en herramientas derivadas como ChatGPT. Los consultores que emplean la IA para tareas que van más allá de sus límites actuales, tienen un 19% menos de probabilidad de producir soluciones precisas, en comparación con sus homólogos que no utilizan IA. Además, es crucial reconocer que la IA, aunque es potente, no es una panacea operativa… todavía. Una dependencia excesiva de la IA puede frenar inadvertidamente la creatividad, el juicio humano y la consideración de información matizada, que son aspectos integrales del proceso consultivo.

Por otra parte, estudios recientes han esbozado la maldición de la recursividad, dilucidada en un artículo publicado este año por Airxiv. Este fenómeno sugiere que confiar demasiado en la IA podría crear un ciclo en el que la participación humana disminuye, lo que podría tener un impacto negativo en la calidad del resultado. Además, los problemas de privacidad están actualmente en el punto de mira, por lo que resulta esencial adherirse a políticas de privacidad rigurosas y a consideraciones éticas para salvaguardar tanto los intereses del consultor como los del cliente.

Optimizar la integración de la IA en los servicios de consultoría

La clave para aprovechar todo el potencial de la IA en los servicios de consultoría es adoptar un enfoque equilibrado y estratégico. Esto implica un nuevo debate sobre cuándo y cómo integrar la IA, haciendo hincapié en su papel como complemento, y no como sustituto, de la cognición humana.

En teoría, la utilización de la IA puede parecer bastante sencilla: identificar tareas dentro de las capacidades de la IA y aprovechar sus puntos fuertes en consecuencia. Sin embargo, en el caso de las tareas que sobrepasan sus límites actuales, el camino a seguir parece ser la fusión de la experiencia humana y el apoyo de la IA.

En la práctica, hay que evaluar dos aspectos clave:

CUANDO | Selección de tareas: Actualmente, hay muchas tareas que quedan fuera de la frontera de la IA y muchas tareas para las que aprovechar en exceso las herramientas de IA puede conducir a resultados de peor calidad. Definir y limitar qué tareas deben delegarse o mejorarse con IA es una guía esencial para saber cómo utilizar herramientas como ChatGPT.

CÓMO | Paradigmas de colaboración entre humanos e IA: El informe de Harvard presenta dos modelos fundamentales: «Centauros» y «Cyborgs». Los centauros dividen y delegan actividades específicas entre ellos y la IA, mientras que los ciborgs integran perfectamente la IA en sus operaciones, guiando activamente la herramienta de IA para lograr una fusión perfecta de los resultados humanos y los generados por la IA. Navegar entre estos paradigmas representa otra dimensión crucial.

Por el momento, es esencial que tanto los consultores individuales como las organizaciones recalibren su comprensión de la asociación entre el ser humano y la IA, asegurándose de que adoptan una estrategia que aprovecha la IA para lograr la excelencia en la consultoría. A medida que las herramientas basadas en la IA continúan evolucionando, junto con los cambios en las normativas de privacidad y las metodologías operativas, es esencial adoptar un enfoque ágil para garantizar que los consultores se mantengan a la vanguardia del aprovechamiento eficaz de la IA en su práctica.

Mayi Echeveste Platform Thinking expert at Nucleoo

Escrito por

Mayi Echeveste Schredelseker – Client Strategy and Growth Executive